Una plaga de orugas incomoda a los vecinos que residen en la calle José María Pereda

Desde hace unos días, los residentes de la calle José María Pereda, en la barriada de Arrayanes, cuentan con unas habitantes que no son muy bien recibidas por los vecinos. Las orugas campan a sus anchas y literalmente por esta vía y ascienden hasta los bloques que se localizan en esta vía.

Las quejas no han tardado en llegar por parte de los ciudadanos afectados y así se lo han comunicado al colectivo vecinal Arrayanes Sur 520 Viviendas que ayer registró un escrito en el Ayuntamiento de Linares. «Pedimos la limpieza y desinfección del solar y con ello que se eliminen las orugas, o si hay alguna otra solución que las apliquen desde el Ayuntamiento que para eso ellos tienen técnicos y saben más de la materia», comenta Francisco López, presidente de la asociación de vecinos. Además del escrito del colectivo vecinal, otros residentes también se animaron a mostrar sus quejas ante el Consistorio linarense por esta causa.

Uno de ellos fue Antonio Palomares que, aún con el escrito en la mano, observaba ayer cómo las larvas de una clase de insecto le impedía abrir las ventanas de su vivienda. «Tengo que tener la precaución de no abrir las ventanas porque en entran rápido. Es algo que pasa todos los años por esta fecha. El año pasado vinieron a arreglarlo. En dos ocasiones echaron líquido y lo dejaron bien», dijo Palomares. Ayer era la comidilla de la calle y no era difícil ver a algún que otro vecino utilizando un cepillo o vertiendo líquidos en las fachadas para impedir que las orugas ascendiesen por los inmuebles. «He echado polvos y hasta agua fuerte y ni por esas desaparecen. Llevo tres días quitando orugas y he llegado hasta a acumular cubos llenos de orugas», destacó Sebastián Palomares, otro de los vecinos afectados. Hasta en la última planta de los inmuebles se podían apreciar estas larvas que, aunque no son venenosas, no resultan nada agradables para los residentes.

Origen

Según afirman, las orugas proceden de una pista deportiva que pertenece al colegio Los Arrayanes, que está en desuso en la actualidad y en donde la vegetación es más que evidente. Las lluvias de los últimos días y, posteriormente, el ascenso de las temperaturas han propiciado la aparición de las orugas.

«Desde la dirección del centro ya se dio aviso el lunes. Somos conscientes del peligro que eso supone para el alumnado y ya se han hecho los trámites oportunos para su solución lo más acelerada posible», explicó José María de Rus, director del centro educativo. En esta misma línea, desde el colegio ‘lamentan’ que el colectivo vecinal no se haya puesto en contacto con ellos primero para conocer si el centro educativo había dado pasos al respecto para terminar con este problema.

Las lluvias que se esperan mañana podrían terminar, temporalmente, con el problema. Pero tanto los vecinos como la dirección de centro educativo confían en que desde el Ayuntamiento procedan a la limpieza y fumigación de la pista deportiva para eliminarlas por completo.

Redacción: Jéssica Soto (Ideal).

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