El futuro del polvorín de Vadollano sigue en el aire tras retirarse su subasta

ja-polvorin--575x323El antiguo polvorín de Vadollano, que echaba el cierre hace cuatro años dejando a la provincia de Jaén sin ningún acuartelamiento de este tipo, se mantendrá sin ningún tipo de actividad «a corto o medio plazo». Así lo aseguran desde la Subdelegación del Gobierno de Jaén, desde donde señalan que pese a la retirada de estos activos del Ministerio de Defensa del Plan de Enajenación de Bienes, se encuentra sin un proyecto definitivo para el futuro.

Fue el pasado mes de agosto, y a pocos meses de que expirara la «estrategia de movilización inmobiliaria» del Gobierno central a ejecutar entre 2013 y 2015, cuando el Ministerio de Defensa desestimaba la subasta del polvorín linarense sobre el que se cernía la enajenación en el marco de un lote de bienes del Ejército de Tierra que, finalmente, no llegó a ser publicado para su subasta pública. Para entonces, el Ayuntamiento de Linares había planteado diferentes proyectos para la recuperación del acuartelamiento con diferentes usos sin que, de momento, exista una respuesta oficial.

Entre las primeras propuestas, surgidas a raíz del rápido deterioro de las instalaciones tras su cierre y el expolio de sus instalaciones, apuntaba a la recuperación como zona recreativas y educativa para la ciudad a modo de ‘recompesa’ por las molestias causadas a los linarense la existencia de este tipo de instalaciones en su término municipal. En este sentido, el Consistorio linarense destaca la idoneidad de este proyecto en unos terrenos no urbanizables, donde no es posible construir y por tanto sin posibilidad de desarrollar grandes proyectos constructivos, para la creación de unas instalaciones de uso agropecuario con fines educativos y recreativos, así como creación de un parque periurbano que se sumara a las instalaciones deportivas de La Garza.

Ante la falta de respuesta por parte del Ministerio a la propuesta apoyada en pleno por el Ayuntamiento linarense, el Gobierno local abogó por una nueva iniciativa dirigida a mantener el carácter militar de las instalaciones aunque, eso sí, a modo de centro de prácticas. La idea surgía con la llegada de algunas unidades del Ejército y la Legión hasta el acuartelamiento, meses después de su cierre, para desarrollar algunos entrenamiento, lo que abría la puerta a la creación de centro de formación, siguiendo las líneas marcadas en La Enira como Centro de Prácticas Operativas de la Policía Nacional, para fuerzas militares.

Sin embargo, pese a que ambas ideas era vistas «con buenos ojos» por el subdelegado del Gobierno en la provincia, Juan Lillo, reconocía que la conversión como espacio de entrenamiento a centro de formación «implicará una inversión por parte del Ministerio, una petición complicada ante la situación económica actual y hay limitaciones de todos los activos». «Seguiremos apostando por su conversión a centro de formación y se conviertan en un espacio que generen puestos de trabajo en Linares, donde tanta falta hacen», aseguraba Lillo entonces.

Plan sin grandes resultados

La retirada del acuartelamiento linarense del Plan de Enajenación del Estado no es un caso aislado. Una de las medidas estrella del Gobierno de Rajoy de la denominada Comisión para la Reforma de las Administraciones (CORA) no logró sus objetivos de generar ingresos al Estado con la venta de parte de su patrimonio inmobiliario. En el primer año de desarrollo del plan, el Estado sólo enajenó 2.134 inmuebles, es decir, el 14% de los más de 15.000 edificios públicos de los que el Gobierno previó desprenderse en el periodo 2013-2015.

Según el inventario general de bienes y derechos del Estado, de mayo de 2012, la Administración General posee 53.662 bienes, compuestos por 13.952 edificaciones, 3.756 solares y 39.953 terrenos rústicos. A partir de ahí, el Ejecutivo elaboró un listado de 15.135 inmuebles que quería enajenar entre los años 2013 y 2015 con el objetivo de «racionalizar su utilización».

En el caso del Ministerio de Defensa, el proceso se centró en aquellas instalaciones que no resultaban fundamentales para la actividad y operatividad de las Fuerzas Armadas, afectando al acuartelamiento de Vadollano que, pese a enmarcarse dentro de los primeros paquetes a subasta, nunca llegó a anunciarse su subasta a través la web de Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa durante el desarrollo del plan. Irene Téllez. IDEAL.

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