Luis Miguel Márquez es el presidente fundador de la Asociación Libres de Adicciones Cástulo (ALAC), donde se dedica a las tareas de acogida e información a las personas que necesitan ayuda como adictos/as y sus familiares. También la coordinación de los grupos de ayuda mutua y del equipo terapéutico de ALAC. Nos cuenta como está viviendo este periodo tan inusual en «Linarenses en casa».
¿Cómo es tu día a día durante el confinamiento?
«Mi día a día es el normal dentro del confinamiento, donde compagino las tareas domésticas con las de la Asociación vía online. Lo primero es el aseo personal y tener una dieta equilibrada y hacer un poquito de ejercicio físico».
¿Se diferencia mucho tu rutina actual con la que llevabas antes?
«Bastante, he perdido lo más importante que es el calor humano de las personas que me quieren y el no poder dar esos abrazos que tanto necesitamos para poder superar las adversidades de la vida».
¿Cómo estás llevando el trabajo desde casa?
«El trabajo lo estoy llevando dentro de la normalidad que nos permite el confinamiento, para ello recurro a los medios telemáticos para poder desarrollar las actividades propias dentro del voluntariado en ALAC».
¿Crees que la situación nos ha hecho reinventarnos en el aspecto laboral?
«Pienso que si, en todas sus vertientes. Usamos ahora una herramienta primordial que son las nuevas tecnologías, que usándolas adecuadamente nos permiten estar en contacto con el mundo exterior. Aunque en mi aspecto laboral propiamente dicho ya hace años que solo lo desarrollo en el voluntariado en ALAC».
¿Qué sueles hacer para distraerte en casa?
«En el tiempo que dedico a mi ocio personal es ver cine que me encanta y crear carteles para dar mensajes de positividad para concienciar de que de esta salimos todos con fuerza e ilusión».
¿Estás aprovechando estos días para hacer cosas para las que antes no tenías tiempo?
«Si la estoy aprovechando de tal forma que me dedico un poco a la meditación espiritual, ya que antes no me permitía el tiempo suficiente para hacerlo. También para dedicarme con más ahínco en la comunicación con mi pareja y familia».
¿Qué es lo primero que harás cuando todo pase?
«Irme a la sierra o a la playa para estar en contacto con la naturaleza, poder ver, oír, y oler los encantos que tiene nuestra tierra y la madre naturaleza».
¿Cómo es el día a día en tu asociación ahora? ¿Seguís con las terapias?
«Bueno el día a día en ALAC ha cambiado por completo ya que todo contacto personal no lo estamos realizando, pero si telemáticamente estamos conectados y todas las personas que necesitan ayuda se la préstamos a través videollamadas, teléfono o por Whatsapp».
«Seguimos con nuestras terapias programadas pero telemáticamente dos veces en semana los miércoles y sábados, donde nos planificamos con nuestras dos psicólogas Silvia y Ángela, que nos van orientándonos en estos momentos tan difíciles para cualquier persona, pero más aún para los que padecen cualquier adicción».
¿Qué es lo que te está resultando más difícil?
«El no poder dar un fuerte abrazo a un familiar a las personas que aprecias y estimas, en definitiva ese calor humano que tanto necesitamos».
¿Qué aspectos positivos puedes sacar de esta situación?
«De positivo que estoy sacando de esta situación es que veo que todo lo que normalmente el ser humano anhela, poder, dinero, que somos más que nadie. Todo esto no vale y nos debemos dar cuenta que la vida nos proporciona cosas increíbles, como la sonrisa de un niño o el olor de una flor».
Una reflexión muy personal es que de nada vale tener propiedades, posesiones, títulos, si no tenemos lo más importante HUMANIDAD. Debemos valorar más lo que tenemos…. SALUD
ANIMO QUE DE ESTA SALIMOS CON FUERZA, ESPERANZA, ALEGRÍA E ILUSIÓN».
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