La Escuela Politécnica Superior de Linares celebró, el pasado viernes por la tarde, el acto de clausura del curso con la graduación de los nuevos titulados que pasarán a engrosar la amplia lista de la centenaria escuela.
En total, fueron 139 los estudiantes (entre estudiantes de Grados y de Másteres) que recogieron sus orlas en un abarrotado Teatro Cervantes. Por Grados, el de Ingeniería Civil fue el más numeroso con 24 nuevos egresados. Uno menos tiene el de Ingeniería Mecánica. Le siguieron los de Ingeniería Telemática e Ingeniería de Recursos Energéticos con 17 y 16 nuevos titulados, respectivamente.
Los másteres también han pasado a formar desde hace algunos años a la oferta de la EPSL, y cada vez son más los jóvenes que deciden ampliar su formación cursando uno de ellos. Los alumnos que han completado el máster en Ingeniería del Transporte Terrestre y Logística fueron 11. Por su parte, subieron al escenario los 7 que han realizado el máster en Ingeniería de los Materiales y Construcción Sostenible, y los 5 que han hecho lo propio con el de Ingeniería de Telecomunicación. La EPSL también quiso reconocer el esfuerzo y sacrificio de todos ellos y, especialmente, de los dos alumnos que han obtenido el mejor expediente académico y que este curso han sido Francisco José de la Blanca Jiménez y Antonio Fernández Molina.
«Quiero felicitar a los estudiantes por diferentes motivos. El primero porque han sorteado todo tipo de dificultades para adquirir estos conocimientos técnicos y tecnológicos, habilidades y competencias en el ámbito de la ingeniería que no es una cuestión baladí», dijo el director de la EPSL, Sebastián García.
Aunque todos los graduaciones son importantes, García destacó la de este año por ser la primera promoción que ha podido finalizar sus estudios en el Campus Científico y Tecnológico de Linares. «Las instalaciones del Campus Científico y Tecnológico no son más que la punta del iceberg de la profunda transformación que sufrido la escuela en los últimos 12 años. Hemos pasado de ser la Escuela de Peritos a un centro universitario en el que se oferta todo el espectro universitario», destacó el director.
Uno de los momentos más emotivos fue la entrega de una placa a Tomás Cerón, profesor de la Escuela que se jubilará al final del curso. «Me siento con una labor en la vida cumplida y ahora voy a dedicarme a mis aficiones que, en este caso, seguirán estando relacionadas con la historia de las minas», dijo y animó a los nuevos titulados a ‘reciclarse’ mucho «porque les queda lo más duro».
En la misma línea, fue el discurso del presidente del Consejo Social de la UJA, Francisco Vañó, que felicitó a los jóvenes por haber elegido la UJA y les pidió que no se olvidaran de su tierra y de la formación recibida en Jaén. A su vez, pidió a los empresarios de la provincia que contasen con los nuevos titulados. Jéssica Soto. IDEAL.
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