Hoy ha sido el día en el que el supermercado Lidl ha abierto sus puertas por primera vez en Linares. La gran superficie en la calle Julio Burell ha sido el reclamo de muchos ciudadanos. Pero esto a su vez ha generado algunas críticas entre los linarenses.
La limitación de horario de los comercios no esenciales y la hostelería está ocasionando un gran perjuicio. Establecimientos como las grandes superficies venden todo tipo de artículos no esenciales y pueden cerrar en su horario habitual. Esto ya ha generado polémica en otras ciudades como Sevilla, donde el pequeño comercio ha reivindicado la situación. Ayer, la Junta de Andalucía ya recordó a estas grandes superficies que no se pueden comercializar productos no esenciales a partir de las 6 de la tarde.
Pero lo que más enfado ha generado en las redes ha sido la larga cola que se ha formado en la puerta del establecimiento. Aunque los trabajadores han intentado que se cumplieran todas las medidas, lo cierto es que la gente se ha agolpado a la entrada. Entre los motivos, un pequeño obsequio que estaban repartiendo, como ha sido una bolsa reutilizable de rafia y un portamascarillas.
Los ciudadanos han mostrado su malestar en redes de inmediato, al ver que incluso en mitad de una pandemia, la gente pueda formar estas colas sin control ninguno por la inauguración del supermercado.
Es entendible la expectación durante la inauguración del supermercado, pero también hay que ser responsable con la situación. La pandemia sigue en alza y Linares está sufriendo graves consecuencias por las restricciones. Con este tipo de actitudes por parte de la ciudadanía nunca podrán bajar los contagios por Covid-19 y las consecuencias para el empleo de Linares pueden llegar a ser irreversibles. Es conveniente evitar aglomeraciones y siempre mantener las distancias de seguridad.
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