Antiparasitarios, una ayuda para tu perro que no debes subestimar

Los parásitos son organismos que viven a expensas de otros, causándoles daños y enfermedades. Los perros pueden albergar tanto parásitos externos, como pulgas, garrapatas o piojos, como parásitos internos, como lombrices, tenias o anquilostomas. Estos parásitos no solo afectan a la salud y el bienestar de tu mascota, sino que también pueden transmitirle enfermedades graves e incluso mortales, algunas de ellas zoonóticas, es decir, que pueden contagiar a las personas.

Por eso, es muy importante que protejas a tu perro de los parásitos, tanto por su salud como por la tuya y la de tu familia. Para ello, existen los antiparasitarios para mascotas, productos que eliminan o previenen las infestaciones de parásitos en los animales de compañía, especialmente en los perros. En este artículo te explicamos qué tipos de antiparasitarios hay, cómo funcionan, cómo elegir el más adecuado para tu perro y cómo administrarlo correctamente.

Tipos de antiparasitarios para perros

Los antiparasitarios para perros se pueden clasificar según el tipo de parásito que combaten, el modo de administración y la duración de su efecto. Según el tipo de parásito, podemos distinguir entre:

  • Antiparasitarios externos: son aquellos que actúan contra los parásitos que se encuentran en la superficie del cuerpo del perro, como las pulgas, las garrapatas, los piojos o los mosquitos. Estos parásitos pueden causar irritación, alergia, anemia, estrés y transmitir enfermedades como la ehrlichiosis, la leishmaniosis o la enfermedad de Lyme.
  • Antiparasitarios internos: son aquellos que actúan contra los parásitos que se alojan en el interior del organismo del perro, como las lombrices, las tenias, los anquilostomas o los gusanos del corazón. Estos parásitos pueden provocar diarrea, vómitos, pérdida de peso, debilidad, obstrucción intestinal y transmitir enfermedades como la filariosis o la hidatidosis.

Según el modo de administración, podemos distinguir entre:

  • Antiparasitarios orales: son aquellos que se administran por vía oral, ya sea en forma de comprimidos, pastillas, jarabes o polvos, como Milbemax perros o Credelio. Suelen ser efectivos contra los parásitos internos, aunque algunos también pueden actuar contra los externos. Su ventaja es que son fáciles de dosificar y de dar al perro, siempre que este acepte el sabor o se pueda camuflar con la comida. Su inconveniente es que pueden tener efectos secundarios, como náuseas, vómitos o diarrea, y que su efecto suele ser de corta duración, por lo que se deben repetir con frecuencia.
  • Antiparasitarios tópicos: son aquellos que se aplican sobre la piel del perro, ya sea en forma de pipetas, sprays, collares o champús. Suelen ser efectivos contra los parásitos externos, aunque algunos también pueden actuar contra los internos. Su ventaja es que son de larga duración, por lo que no se tienen que aplicar tan a menudo, y que no suelen tener efectos secundarios, salvo alguna reacción alérgica o irritativa en la zona de aplicación. Su inconveniente es que pueden ser menos eficaces si el perro se moja, se baña o se rasca, y que hay que tener cuidado de que no se los lama o se los quite.

Según la duración de su efecto, podemos distinguir entre:

  • Antiparasitarios de acción rápida: son aquellos que eliminan los parásitos que ya tiene el perro en el momento de la administración, pero no previenen las futuras infestaciones. Suelen ser los antiparasitarios orales, que actúan en pocas horas o días, pero cuyo efecto se agota pronto. Se usan para tratar las infestaciones ya establecidas, pero no para prevenirlas.
  • Antiparasitarios de acción prolongada: son aquellos que previenen las infestaciones de parásitos durante un periodo de tiempo más o menos largo, según el producto. Suelen ser los antiparasitarios tópicos, que actúan durante semanas o meses, pero que no eliminan los parásitos que ya tiene el perro. Se usan para prevenir las infestaciones, pero no para tratarlas.

Cómo elegir el mejor antiparasitario para tu perro

No existe un antiparasitario que sea el mejor para todos los perros, ya que cada uno tiene unas características y unas necesidades diferentes. Por eso, a la hora de elegir el antiparasitario más adecuado para tu perro, debes tener en cuenta los siguientes factores:

  • El tipo de parásito que quieres combatir: debes elegir un antiparasitario que sea efectivo contra el tipo de parásito que quieres eliminar o prevenir, ya sea externo o interno. Algunos antiparasitarios son de amplio espectro, es decir, que actúan contra varios tipos de parásitos, mientras que otros son más específicos. También debes tener en cuenta la zona geográfica en la que vives, ya que hay parásitos que son más frecuentes o peligrosos en unas zonas que en otras.
  • El peso y la edad de tu perro: debes elegir un antiparasitario que sea adecuado para el peso y la edad de tu perro, ya que la dosis y la frecuencia de administración dependen de estos factores. Algunos antiparasitarios no se pueden usar en cachorros o en perros muy pequeños, mientras que otros se adaptan a diferentes tamaños y edades. Siempre debes seguir las indicaciones del fabricante y del veterinario para evitar sobredosis o subdosis que puedan ser perjudiciales para tu perro.
  • El estado de salud de tu perro: debes elegir un antiparasitario que sea seguro y compatible con el estado de salud de tu perro, ya que algunos pueden tener contraindicaciones o interacciones con otras enfermedades o medicamentos. Algunos antiparasitarios no se pueden usar en perros alérgicos, enfermos, débiles o gestantes, mientras que otros son más suaves o naturales. Siempre debes consultar con tu veterinario antes de administrar cualquier antiparasitario a tu perro, especialmente si tiene alguna condición especial.
  • El estilo de vida de tu perro: debes elegir un antiparasitario que se adapte al estilo de vida de tu perro, ya que algunos pueden ser más cómodos o prácticos que otros. Algunos antiparasitarios requieren una administración frecuente o una vigilancia posterior, mientras que otros son de una sola aplicación o de larga duración. También debes tener en cuenta si tu perro sale mucho al exterior, si tiene contacto con otros animales, si se baña o se moja a menudo, etc.

Cómo administrar el antiparasitario a tu perro

Una vez que hayas elegido el antiparasitario más adecuado para tu perro, debes administrarlo correctamente para que sea efectivo y seguro. Para ello, debes seguir estos consejos:

  • Lee el prospecto del producto y sigue las instrucciones del fabricante y del veterinario sobre la dosis, la frecuencia, la forma de aplicación y las precauciones a tomar.
  • Respeta el calendario de desparasitación, tanto interna como externa, que te haya indicado tu veterinario, y no lo alteres sin su consentimiento. En general, se recomienda desparasitar a los perros internamente cada 3 o 4 meses, y externamente cada mes o según el producto.
  • Administra el antiparasitario oral con el estómago vacío, al menos una hora antes o después de la comida, para que se absorba mejor y no provoque vómitos. Puedes camuflar el antiparasitario con un trozo de queso, salchicha o cualquier alimento que le guste a tu perro, o usar un dispensador especial para introducirlo en su boca. 
  • Aplica el antiparasitario tópico sobre la piel del perro, en el lugar indicado por el producto, que suele ser la zona del cuello o la espalda, donde el perro no pueda lamerse o rascarse. Separa el pelo del perro y aprieta el envase del producto hasta vaciarlo completamente. Evita el contacto con los ojos, la boca y las mucosas del perro y de las personas que lo manipulen. Lávate bien las manos después de la aplicación y evita el contacto directo con el perro hasta que el producto se seque.
  • Revisa periódicamente el estado de tu perro y de su entorno, para detectar posibles signos de infestación de parásitos, como picor, irritación, pérdida de pelo, anemia, diarrea, etc. Si observas alguno de estos síntomas, consulta con tu veterinario y sigue sus indicaciones. También debes desinfectar el lugar donde duerme y juega tu perro, así como sus accesorios, para eliminar los huevos y las larvas de los parásitos.
  • Recuerda que ningún antiparasitario es 100% efectivo, por lo que siempre existe un riesgo de que tu perro se infecte de parásitos, especialmente si está en contacto con otros animales o con zonas de riesgo. Por eso, es importante que lleves a tu perro al veterinario al menos una vez al año, para que le haga una revisión completa y le realice las pruebas necesarias para descartar o confirmar la presencia de parásitos.

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