Ana Catalina Verona realiza su labor voluntaria como Presidenta de la Asociación Solidari@s Sport. Trabaja de forma remunerada como personal técnico de proyectos y de emprendimiento en la Fundación Andaluza Escuela de Economía Social. Hoy en «Linarenses en casa» nos cuenta como está llevando este periodo de confinamiento y nos dedica un vídeo de ánimo.
¿Cómo es tu día a día durante el confinamiento?
«Mi día a día transcurre con mis labores habituales, aunque con una organización distinta. Realizo mi trabajo técnico y voluntario a través de teletrabajo. Por un lado, mi jornada laboral transcurre con normalidad y una gran parte del día la dedico a orientar a nuestras/os usuarios/as en temas como citas al SEPE o al SAE, obtención de firmas digitales, preguntas sobre ayudas de autónomos, sobre ERTES, Rentas Mínimas de Inserción y formación gratuita o mejora de herramientas de búsqueda de empleo para el día después, que a todas las personas nos tienen en incertidumbre».
¿Se diferencia mucho tu rutina actual con la que llevabas antes?
«Se diferencia en lo que más extraño que es el contacto con las personas. Mi labor me permite gran cercanía con las personas y ahora la he trasladado a llamadas y videoconferencias, pero intento ver el lado positivo, los nuevos aprendizajes y el valor que quizás no le dábamos a la calidez, a los abrazos y a esa relación cercana con la gente».
«En cuanto a la intensidad de la jornada, dadas las circunstancias es mayor, y la vivo con mucha preocupación porque atiendo gran número de casos de familias que se han quedado sin recursos, con una situación límite y eso sin duda me afecta, me preocupa y me duele. Esta situación es muy grave, pero es verdad que un factor que nos ayuda es que desde Soidari@s durante el año es también muy intensa y nos permite conocer muchas situaciones en las que ya hemos venido acompañando».
¿Cómo estás llevando el trabajo dese casa?
«Lo llevo bien, tengo la gran suerte de poder seguir ayudando y poniendo mi granito de arena desde casa, pero sobretodo quiero dar el valor y reconocimiento al voluntariado de Solidari@s, que siguen al pie del cañón y son mis pies y mis manos en la labor que hacemos. Bere, Marissa, Paqui, Siham, Alba, Julián, Olga, Miguel y muchas personas que colaboran con la Asociación fabricando mascarillas, repartiendo, atendiendo mayores, colaborando con el comedor social, etc y etc».
¿Crees que la situación nos ha hecho reinventarnos en el aspecto laboral?
«Sin duda, pero también ha dejado en evidencia que es necesario y esencial que las personas desarrollemos las competencias TIC. Tenemos nuevos retos, nuevas metas y entre ellas la primera es reinventarse, recrear e innovar para adaptarnos a las nuevas situaciones que se producirán de aquí en adelante. Si no somos capaces de reforzar nuestras debilidades para el futuro, entonces no habremos aprendido nada. El mercado laboral está sufriendo una sacudida, y debemos reflexionar y posicionarnos nuevamente a nivel profesional».
«Por ejemplo, no tener una firma digital ha sido una gran limitación para que las personas tramiten su desempleo, un claro ejemplo de que tenemos que ponernos al día y empezar a funcionar de otra manera, ya no hay excusas porque gracias a las TIC muchas actividades profesionales, como la enseñanza se están pudiendo mantener».
¿Qué sueles hacer para distraerte en casa?
«Leer, estoy aprovechando para retomar mi afición por la novela hispanoamericana. Ver películas en familia y tener charlas de sobremesa. Y algo fundamental para mí como es la práctica de una hora de deporte que estoy segura que influye de forma muy positiva en mi ánimo».
¿Estás aprovechando estos días para hacer cosas para las que antes no tenías tiempo?
«Si, la verdad es que de lunes a viernes es un poco frenético, pero los fines de semana los dedico en gran parte a hacer actividades en familia. Largas charlas con mi hijo, compartir momentos de deporte, comer juntos (por el trabajo muchas veces era complicado) y esas sobremesas que tanto echaba de menos».
¿Qué es lo primero que harás cuando todo pase?
«Respirar hondo cuando salga de casa, y disfrutar de cada paso que dé en libertad. Y cuando se pueda daré esos abrazos que se me quedaron en el tintero, y sin duda viajar a mi país en cuanto sea seguro. Si la vida nos da una nueva oportunidad yo pienso tomármelo de otra forma porque esto nos ha demostrado que no sabemos lo que pasará mañana, ni que somos dueños de nada, nos ha demostrado nuestra debilidad y nos ha motivado a sacar nuestras fuerzas desde lo más profundo y también a reencontrarnos con la empatía, la solidaridad y la necesidad de amar y cuidar a nuestro planeta».
¿Qué es lo que te está resultando más difícil?
«Ver el sufrimiento que esto ha causado y lo mucho que tenemos que luchar por fortalecer el estado de bienestar, porque quienes estaban ya en la exclusión por la crisis de 2008 han sido ahora los más golpeados. Me cuesta ver las noticias ‘y oír cifras’, porque no puedo evitar pensar en esas familias, o como me sentiría yo si alguno de esas cifras fuera un ser querido mío. También me cuesta ver a nuestros sanitarios/as desprotegidos y en primera línea, algunos incluso siendo de riesgo, luchando por la vida de los demás».
¿Qué aspectos positivos puedes sacar de esta situación?
«De lo poco que se puede sacar de positivo, es a replantearnos la vida de otra forma, valorando el día a día y siendo conscientes que estamos de paso y que no lo tenemos todo controlado. Que debemos amar nuestro planeta y que se puede actuar con responsabilidad medioambiental. Que la solidaridad y el responder a los problemas sociales en colectivo nos hace más fuertes, y nos hace mejores personas. Que nuestro sistema sanitario es vital para nuestra supervivencia y por tanto debemos propugnar activamente que se le dote de recursos porque de ello va a depender nuestro futuro».
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