Sebastián Martínez Solás presenta su dimisión como Concejal

«Han sido 11 años y tres meses y tres candidaturas a la alcaldía de Linares, y pienso que habrá personas que consideren oportuna una explicación pública.»

Sebastián ha manifestado que durante todo este tiempo ha intentado mantener una coherencia política. » En la primera corporación como portavoz de IU el PSOE tenía mayoría absoluta y nuestro grupo bregaba como podía en una situación adversa. Tras romper la mayoría absoluta la cosa cambió e IU tuvo un papel importante en la siguiente corporación.»

Con una mayoría del electorado de Linares de izquierdas, Sebastián entendió que había que tratar de llegar a acuerdos con el PSOE, siempre que los mismos se basaran en políticas progresistas. De ahí salió la aprobación de tres presupuestos conjuntos entre otros acuerdos interesantes. La misma actitud parecía la acertada al iniciarse la actual corporación. El 24 de febrero de 2017 paso a la condición de no adscrito junto a un compañero y una compañera que ya estaban en esa situación. » Nuestra intención fue la de facilitar una estabilidad del Ayuntamiento desde una perspectiva progresista. Tampoco siempre ha sido posible. Así es la política.»

Todo eso ha saltado por los aires, ha manifestado el ya ex concejal de Linares «Ya no sólo no tengo grupo municipal sino ni siquiera compañeros con los que cohesionarme para mantener una mayoría de izquierdas en este Ayuntamiento. Es más, ya ni siquiera existe esa mayoría. Creo que en una situación así seguir siendo concejal significaría “estar por estar”. Y aunque es cierto que queda relativamente poco de corporación, a mí lo que no me queda es estómago para seguir formando parte del despropósito en que se ha convertido el Ayuntamiento y el espectáculo diario al que asistimos. No quiero seguir formando parte de esto ni siquiera desde la oposición. Los concejales del PSOE, cuya actitud comprendo, tienen un grupo y unas siglas que defender en el pleno en minoría. Yo con un solo voto ya poco puedo aportar.»

«Tenemos un Ayuntamiento gobernado por la derecha más rancia y lo “a-ideológico”, que suele encubrir la peor ideología.» asevera. «Una cosa son las plataformas ciudadanas de distinto tipo en que gentes de ideologías dispares se unen por conseguir un fin determinado, y que me parecen respetables, y otra lo que está pasando en el Ayuntamiento: me alío con quien sea con tal de seguir para salvar a Linares. No lo compro.»

Sebastián pasó hace mas de 1 año y medio a la condición de no adscrito tras su expulsión del grupo municipal. y reconoce que: «Ser no adscrito no es agradable y, sobre todo si no lo eres por voluntad propia, es traumático cuando has sido más de nueve años de portavoz de un grupo municipal. Eso sí, si la legislación mantiene la figura del no adscrito será por algo. Y ese algo es que los partidos no puedan pisotear a su antojo los derechos de sus cargos públicos. Una cosa es que te pillen en un delito y otra es que “a este nos lo quitamos de en medio que ya no nos sirve porque no se pliega a nuestra voluntad.” Me mantuve por dos razones: una ya la he dicho: era posible articular una mayoría de izquierdas. La otra es que no podía permitir que mi dimisión pudiese dar pie a considerar a quienes me expulsaron de manera tan mezquina y me hicieron una campaña tan miserable.»

Ademas, Sebastián recuerda que: «Durante dos corporaciones completas (8 años) fui portavoz de mi grupo sin cobrar un euro. Algo que la gente ni se creía, pero que se puede comprobar documentalmente. Esos 8 años con todas las dificultades personales ya parecían no existir. Al negarme a mantener una situación manifiestamente injusta ya era como si nunca hubiera hecho nada por esa organización y fueron a por  mí. Y nos metimos en una guerra fratricida. He hecho cosas de las que no me siento orgulloso. Pero no me arrepiento de nada. Así es la guerra. Das y te dan. Pero ya todo me trae sin cuidado. Que les vaya bien después de vender su organización a precio de saldo, que hay que mantener los liberados.»

«No voy a desear suerte hipócritamente a esta Corporación. La suerte de Linares es que os quedan 8 meses.»

Para finalizar, Sebastián se ha mostrado orgulloso de ser representante de la ciudadania en el Ayuntamiento de Linares y dice irse con la conciencia muy tranquila.

«Me voy con la conciencia tranquila, sin deber nada a nadie (más bien al revés) y con el mismo coche y la hipoteca que tenía en 2007, y nada más. Sí quiero pedir disculpas a la ciudadanía de Linares en lo que me atañe por una corporación tan dantesca como la que estamos viviendo. Linares no se merece esto. Que los tres principales partidos de la ciudad hasta ahora hayan saltado por los aires es culpa nuestra. Los partidos deberían reflexionar sobre ciertas cosas. También pido disculpas personalmente por los errores cometidos y por las situaciones en que no haya estado a la altura de las circunstancias. Agradezco la ayuda de las personas que han hecho un poco más fácil la tarea (funcionarios municipales principalmente), el afecto y cariño mostrado por muchas personas y representantes de colectivos durante estos años, los compañeros y amigos leales que quedan y la amabilidad y trato de los medios de comunicación  y  periodistas locales.»

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