Aouita: «Correr me da la vida y me ha enseñado a ser persona antes que atleta»

Nacido el 11 de junio de 1972 en Linares (Jaén), José Antonio González padeció a los dos años una poliomielitis que le produjo una hemiparesia –parálisis parcial que afecta a brazo y pierna– del lado izquierdo del cuerpo, de forma que la silla de ruedas fue una compañera no deseada pero obligada en una infancia que resultó particularmente difícil para este deportista querido y reconocido en su lugar de origen y que ha hecho del atletismo un modo de vida.

Esto se nos dice de la biografía de José Antonio González “Aouita”. Y nosotros, que gozamos mucho con las historias de superación, nos ha parecido la mar de bien que este hombre, este linarense, que bien podemos decir que es universal y, por tanto, de renombre, nos conteste algunas preguntas sobre sí mismo y, sobre todo, que puedan servir, sus respuestas, de inspiración para las personas que se encuentren en una situación similar a la suya.

¿Quién es José Antonio González “Aouita” ?

«José Antonio González “Aouita” quien es , tan sólo soy una persona. No me considero mejor ni más que nadie. Me considero una persona que vive por y para el atletismo que pasé mucho de pequeño porque a los 2 años me dio la polio, y por esas fechas mi padre falleció y mi madre con 21 años se quedó viuda y embarazada de mi hermana, y otra hermana que tenía 4 años; mi madre con 21 años y con dos hij@s pequeños y en estado y yo no podía andar. Mi madre luchó mucho. Me afectó la pierna izquierda y el brazo y me realizaron operaciones en Jaén y Granada. Poco a poco, con un aparato en la pierna y durante dos años realizando gimnasia de rehabilitación todos los días en Jaén hasta que a los 8 años, pude andar y los médicos le recomendaron a mi madre que hiciera deporte. Tan sólo soy una persona que gracias al atletismo puedo andar y el correr me da la vida y me ha enseñado a ser persona antes que atleta».

 

¿Qué es para usted el Atletismo ?

«¿Qué es para mí el atletismo? El atletismo para mí es mi vida. Gracias al atletismo puedo andar. El atletismo me hace vivir, me hace respirar, me hace sentir, es mi pasión. Para mí es mi forma de vivir. Sin el atletismo, sin correr, no podría vivir, me faltaría todo. Cada zancada, cada día que entreno y realizo mis sesiones me hace sentir mis latidos, el respirar y cuando huelo al tartán mi corazón se pone a 1000 porque mi cuerpo se prepara para darlo todo. No tengo palabras para describir lo que es el atletismo. Me ha dado todo: alegrías, me ha dado lágrimas, me ha realizado como persona y me ha dado valores y sobre todo me ha enseñado que en la vida si quieres algo tienes que luchar por ello: a veces con alegrías pero a la vez con lágrimas, sufrimiento y dolor porque en la vida nadie nos regala nada: sólo con tu esfuerzo y sacrificio, y con el apoyo siempre de mi mujer Juani. El atletismo me hace respirar y vivir».

 

¿Cuándo se dio usted cuenta que podía ser importante en el mundo del Atletismo ?

«Cuando me di cuenta de que podía realizar un sueño. Prácticamente creo que nací con esta pasión de correr. Creo que siempre lo llevé dentro y fue desde la primera vez que pise el tartán de la pista del Mariano de La Paz, aún con mi aparato en la pierna y me caía y me volvía a levantar. He sido muy cabezón siempre. Tuve un sueño en 1992 de participar en unos Juegos Paralímpicos, en Barcelona. Estuve preseleccionado y no fui; en Atlanta 96 también me preseleccionaron en 200 m. y no fui tampoco por muy poco. Seguí y en el 2000 ya con varios títulos Mundiales y Europeos estaba con la tercera mejor marca mundial en 800, pero en Sidney no había 800 y tuve que hacer 1500 y me clasifiqué. Realicé la mínima A paralímpica y conseguí mi plaza y en Sevilla en el mundial 99 me metí en la final en 1500 y en los Juegos Paralímpicos de Sidney conseguí ser octavo y alcanzar un sueño: conseguí un diploma paralímpico. Prácticamente desde pequeño sabía que llegaría lejos y siempre sin considerarme superior a nadie».

¿Hasta dónde cree usted que puede llegar en el Atletismo. Tiene ilusión por seguir corriendo ?

«¿Hasta dónde puedo llegar? Prácticamente lo he conseguido todo en el Atletismo: tengo un diploma paralímpico de los Juegos Paralímpicos de Sidney, 16 medallas en Campeonatos del Mundo y de Europa colgadas en casa, y récord de España en 1500 en mi clase T44; he estado en muchos países del mundo llevando el nombre de mi ciudad y mi país. Tan sólo tengo un sueño por realizar y aún sueño que prometí a mi padre conseguir una medalla paralímpica; aún lo sueño y con la misma ilusión que de niño. Mi ilusión sigue como cuando empecé a correr con 14 años y aún cuando me pongo en la salida tengo esos nervios y el corazón a cien pero sé que aún puedo dar mucho más. No sé dónde estará mi meta pero aún voy a luchar por un sueño sólo contra mí. Hace poco he conseguido ser Campeón de España de Campo a través en Dos Hermanas, Sevilla, de mi categoría, gracias al apoyo de mi mujer Juani Campos que siempre está ahí y al apoyo de mi Club Atletismo Adaptado Javi Conde y cada día, como hoy, sigo entrenando con la misma ilusión como cuando era un niño pues hace ya 34 años que llevo corriendo».

 

¿Qué mensaje tiene usted para las personas que padezcan algún tipo de enfermedad con la que crean que no son capaces de hacer mucho en sus vidas?

«Que en esta vida nada es imposible, que todo se puede alcanzar y que nadie es diferente. Con ganas y esfuerzo se puede lograr, que no se queden en sus casas encerrados, que luchen por ell@s. Si tienen una discapacidad física, visual, intelectual u otra hay que saltar todas las barreras; que luchen por ello: hay personas en la vida que nadan sin brazos, corren sin piernas, saltan sin visión en sus ojos. En esta vida nada es imposible. Que luchen por ello y salgan de su casa, porque si no luchas por ello nadie lo va a hacer por ti porque en la vida nadie es diferente y con esfuerzo, pasión y ganas, y saltando todos los obstáculos en la vida, puedes alcanzar tus metas porque querer es poder».

A nosotros no nos queda más que decir gracias: gracias José Antonio por ser cómo eres y por servir de ejemplo y de espejo donde poder mirarnos.

Eleuterio Fernández Guzmán

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