La ciudad ibero-romana de Cástulo, emplazada en la margen derecha del río Guadalimar, constituye uno de los centros capitales del mediodía peninsular durante la antigüedad, tanto por la extensión de su recinto amurallado, como su posición estratégica en la cabecera del valle del Guadalquivir.
La ciudad destaca como nudo principal en las vías de comunicación de la época y, a lo largo de su historia, tuvo un acceso privilegiado a los recursos mineros de Sierra Morena. El “oppidum” —o ciudad fortificada— de Cástulo, primero, fue el más importante núcleo de población de la Oretania ibérica y, más tarde, se constituyó en municipio romano, llegando a ser sede episcopal en época bajo-imperial.
La ciudad de Cástulo cuenta con una trayectoria histórica de más de 4.000 años, una historia en la que ha quedado reflejada la presencia y las influencias de las culturas del Mediterráneo, que han dejado su huella en el sitio y su territorio. Cástulo nos ofrece una herencia patrimonial que poco a poco recuperamos gracias a las investigaciones arqueológicas, un legado que debemos conocer y proteger.
Esta ciudad fue un importante nudo de comunicación de las vías antiguas, y hasta Cástulo era navegable el antiguo Betis. A lo largo de su historia, tuvo el control del cobre, la plata y el plomo de Sierra Morena. El oppidum (o ciudad fortificada) de Cástulo, primero, fue el más importante núcleo de población de la Oretania ibérica y, más tarde, se constituyó como municipio romano, llegando a ser sede episcopal en época bajo-imperial.
Los autores clásicos otorgaron un especial reconocimiento a Cástulo, debido en particular a su protagonismo en el transcurso de la II Guerra Púnica —un episodio crucial en la historia de la ciudad—. Habiendo destacado, en un primer momento, Cástulo por su fidelidad a Cartago, acabó suscribiendo una alianza con Roma. Esta circunstancia le va a permitir mantener una excepcional autonomía política, como manifiesta en esa coyuntura su capacidad para acuñar moneda (donde la comunidad indígena plasma sus propios símbolos y escritura).
Pese al expolio sufrido en la zona a raíz de su abandono, las intervenciones arqueológicas y los diversos hallazgos evidencian la importancia del yacimiento y muestran una gran riqueza cultural e histórica. El yacimiento arqueológico actual no solo destaca por su alto interés histórico y arqueológico, sino que igualmente cuenta con recursos paisajísticos y medioambientales que lo dotan de una singularidad especial.