La belleza de nuestras imágenes: Nuestro Padre Jesús de la Humildad
Un poco de historia.
En 1541 la rama seglar de la Orden Franciscana dependiente del convento franciscano de Baeza, funda la cofradía, visitando Sagrarios el Jueves Santo.
En 1545 su Junta de Oficiales encarga un crucificado que tendría que ser de igual tamaño al de la Vera Cruz de Jaén .
En 1558 son aprobados las primeras constituciones, establecidas ya en el convento franciscano linarense.
En el siglo XVII se traslada la orden a la Iglesia Mayor de Santa María de la Asunción donde permanece hasta 1936.
A mediados del siglo XIX la escuadra de Jesús de la Humildad se segrega, obteniendo permiso para procesionar el Miércoles Santo junto a la Madre de Dios de los Dolores, volviendo a unirse a la de Jesús de la columna en 1880 , que se extingue , formándose otra vez de nuevo a principios del siglo XX como cofradía independiente.
Hasta 1931 procesionó junto a la Virgen en la tarde-noche del miércoles santo , pereciendo en el incendio de Santa María en julio de 1936 junto a archivos paso y enseres de la Hermandad.
Con el paso del tiempo se hacen intentos de reorganizarla, hasta 1987 que se consigue y se aprueban los estatutos en 1990, se bendice la imagen en 1991 y es obra de Manuel Hernández León; el Martes Santo de 1992 se procede a su primera salida, incorporándose la imagen mariana de Madre Dios de la Salud en 1997 y procesionando tras el Señor en la Semana Santa de 1999.
Iconografía
Jesús de la Humildad es una obra en madera de cedro en tamaño natural sedente, semidesnudo en actitud humilde y devota , con la mano derecha en la mejilla y el codo sobre el fémur , en la mano izquierda porta una caña.. como curiosidad si estuviera erguido mediría aproximadamente unos 1,75 m y lleva una corona de espinas a forma de cetro.
Su sede canónica se encuentra en la iglesia de San Agustín de Linares. Su habito es túnica negra, cubre rostro y baberola ancha sobre el pecho.
Cabe resaltar que está cofradía procesiona en absoluto silencio durante su estación de penitencia, solamente acompañada a su inicio y delante de la cruz de guía por el sonido de la esquila portada por el muñidor y que minutos antes de comenzar la estación de penitencia se renueva el voto de silencio que habrá de mantener todo el cortejo hasta que se vuelva al templo.
Es una procesión digna de ver por la solemnidad y silencio que la acompaña.
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