El jiennense Miguel Angel López Expósito expondrá el próximo día 18 de mayo, día de los Museos, la exposición «Vestigios» en la sala de exposiciones del Museo Arqueológico de Linares. Permanecerá hasta el 27 de junio de 2021.
Se trata de una continuidad a la exposición «Tiempo de Dioses» que se celebró en el año 2019 en el Museo Ibero de Jaén. En este caso la presentación del catálogo la realiza Carmen Rísquez Cuenca, directora del Instituto de Arqueología Ibérica de la UJA y Catedrática de Prehistórica de la Universidad de Jaén.
Sobre «Vestigios»
Una mirada desde el presente sobre Vestigios arqueológicos del pasado, centra la nueva Exposición de Miguel Ángel López Expósito, en la que el artista ha otorgado el protagonismo al universo femenino.
En esta ocasión, podemos percibir el interés que, a través de las 19 obras seleccionadas, manifiesta el autor en indagar acerca de una presencia femenina que se nos revela diversa, al igual que las técnicas empleadas (óleo, acuarela y técnicas mixtas) y la variedad cromática con la que juega. De hecho, es la combinación de colores elegida para cada una de ellas lo que contribuye a crear múltiples sensaciones en quien se detiene a contemplarlas, invitándonos no solo a mirar, sino también a observar con detenimiento e indagar más allá de la imagen o el objeto representado.
Sus fuentes de inspiración son, una vez más, la sociedad griega y la ibera. La primera, en la que la mitología ha creado una gran cantidad de figuras femeninas y simbólicas, le sirve para exponernos su visión contemporánea de imágenes de diosas y musas junto a la de esos otros seres mitológicos más oscuros, como las harpías y las gorgonas, utilizando en estos casos una austeridad cromática tan solo rota por algunas notas de color. En lo que se refiere a la cultura ibérica, como fuente de inspiración, el artista rescata, por una parte, esas narraciones mitológicas inscritas en los vasos griegos reinterpretadas desde la sociedad ibera, alguno de ellos procedente de Cástulo, llevando así a cabo una lectura completamente personal en oleos de colores más vivos e intensos, con numerosos matices. Pero, por otra parte, nos acerca a otras formas cerámicas plenamente ibéricas, algunas de ellas igualmente imbuidas de feminidad, como la Píxide procedente de Toya, cuyos motivos decorativos y símbolos asociados, caso del ave que sirve de pomo a la tapadera, nos remiten no solo a la divinidad femenina, sino también, en un plano más personal, a quien pudo ser su propietaria.
Al mismo tiempo la incorporación a este conjunto de algunas piezas que estuvieron en manos de gentes iberas que habitaron nuestra tierra en el pasado, nos permite vislumbrar que la cultura ibérica en Jaén ha traspasado el tiempo y llegado de múltiples formas hasta el momento actual, en este caso de la mano de Miguel Ángel López Expósito y a través de su pintura.
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