La Mina La Tortilla entra en la lista roja del patrimonio de Hispania Nostra

A pesar de estar catalogado como BIC, presenta un lamentable estado de conservación

Se trata de dos construcciones muy diferentes y separadas en el tiempo, pero les une el estado de abandono total en el que se encuentran y el riesgo que presentan de colapso. Son la torre de Cerrillos, entre El Ejido y Roquetas de Mar (Almería) y la mina-fundición La Tortilla, en Linares (Jaén). Su pésimo estado de conservación les ha llevado a ser incluidas en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge cerca de 900 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato. Ambos monumentos están catalogados como BIC.

La torre de Cerrillos, entre El Ejido y Roquetas de Mar (Almería) se sitúa en el Paraje Natural Punta Entinas-Sabinar. Durante siglos, esta zona y en general la costa de Almería fue una demarcación muy peligrosa ya que daba pie a la entrada de todo tipo de enemigos. Sus antecedentes más lejanos se remontan al siglo XIV, tiempos en los que Yusuf I encargó fortificar las costas del reino Nazarí de Granada para así protegerse de la piratería.

Así, no solo se construyó esta torre, sino que también se levantaron las torres de los Bajos y la de Roquetas. La torre actual es una torre almenara de finales del siglo XVI. Cuando los Reyes Católicos conquistaron el reino nazarí de Granada heredaron aquí un elemento de vigilancia que fue reconstruido, dado el alto nivel de deterioro que presentaba.

Posteriormente, en tiempos de Felipe II, se construyó una nueva torre en el lugar de la actual. En tiempos de Carlos III, la torre necesitó de una gran reparación para dotarla de artillería en su terraza superior. La actual, con algunas reformas y reparaciones en tiempos de Isabel II, llegó al siglo XX en progresivo estado de abandono debido a su desuso.

La torre de Cerrillos guardaba relación por el Oeste con la torre, ya desaparecida, de Punta Entinas en El Ejido y, por el levante, con el castillo de Santa Ana en Roquetas. Esta torre era maciza en su parte inferior, con una dependencia situada en la planta superior a la que se accedía por el exterior de la torre a través de una escalera móvil o fija.

En la terraza superior podían disponer de espacio para la colocación de armas defensivas de artillería. El estado de conservación es muy deficiente. Está expuesta abiertamente a la influencia salitrosa marina, a los fuertes vientos de poniente y levante, y a las tormentas. Ha perdido una buena parte de la capa de repello exterior, que protegía el sillarejo más externo, provocando la caída de paños completos de éste y del mampuesto siguiente, que forma la parte maciza e inferior de la torre.

La mina-fundición La Tortilla, en Linares (Jaén), presenta un estado de conservación pésimo, sobre todo el Área A. El resto del complejo ha contado con alguna actuación mínima y sin concluir. Una de sus chimeneas presenta grandes grietas y está en peligro de derrumbe.
Situada en el paraje del cortijo de la Vega, sus filones ya eran conocidos desde mediados del siglo XVI, siendo explotados a pequeña escala desde entonces sin demasiado éxito, hasta que en 1864 fueron adquiridos por el empresario inglés Thomas Sopwith.

Fue este empresario británico quien explotó de forma productiva el complejo de La Tortilla, a través de la compañía The Spanish Lead Company Limited. Para incrementar la productividad, su hijo Thomas Sopwith Jr. creó una nueva sociedad, Thomas Sopwith & C.ª Limited.

El periodo de mayor bonanza económica de la empresa fue entre 1864 y 1892, durante el cual se construye la Fundición de La Tortilla (1885). En 1893 se consigue que la Compañía de Ferrocarriles Andaluces proyecte un ramal que circundase las inmediaciones del centro en el marco de la línea ferroviaria que unía Linares con Puente Genil. A partir de este momento, se sucedieron los problemas de productividad que llevaron a su cierre entre 1907-1910 y al traspaso de la propiedad a la Societé des Anciens Etablessements. Tras la Guerra Civil comenzó el declive de la Fundición, que acabó cerrando sus puertas definitivamente en 1969.

Fue considerado como uno de los complejos más completos de Europa, ya que en sus instalaciones se abarcaba el proceso productivo del plomo en su totalidad; desde la extracción, fundición y posterior fabricación de tuberías, chapas o municiones.

En el complejo se observan tres áreas: la A, de la Fundición La Tortilla; la B, de la Concesión Lord Derby, de donde se extraía el mineral de los pozos San Federico y Santa Annie; y el área C de la Concesión Lord Salisbury.

En el área de la Fundición se hallan tres pozos de minas:

Pozo Palmerston: tiene una profundidad de 208 metros y se inició en 1865. Su extinta máquina de bombeo fue importada de Cornwall. El nombre del pozo es en honor al primer ministro británico, amigo de Thomas Sopwith senior.

Pozo Engine: en él se instaló la primera máquina de vapor (hoy desaparecida) en 1865, para extracción y bombeo. Posee una profundidad de 80 metros.

Pozo Camel: debe su nombre a que en él funcionaba un malacate tirado por un camello. Presenta una profundidad de 100 metros. Estos dos últimos pozos se encontraban dentro del poblado.

En cuanto a las instalaciones destinadas al proceso metalúrgico del plomo, son un ejemplo representativo de la arquitectura inglesa de muros de mampostería de arenisca revestidos. Por ejemplo, encontramos restos del apartadero, donde la línea férrea entraba en una vía muerta y se descargaban los minerales, o las tolvas donde se descargaba el material obtenido de las minas que se conservan íntegramente, incluso las escaleras de acceso.


Del lavadero, donde tenía lugar el primer tratamiento de la galena, queda buena parte de los muros junto a escombreras y diques estériles cercanos al Pozo Palmerstone.

De los hornos de fundición y nave de sacos, donde se fundía, se transformaba el mineral y se daba salida a los humos procedentes de la combustión; se conservan las tolvas, restos de raíles, charcas, pasarelas y un complejo entramado de conductos para la evacuación de humos.
Además, se encuentra la Torre de los Perdigones de La Tortilla, donde se realizaban las fusiones del plomo, mediante el proceso de enfriamiento por descenso. Ésta es la edificación más sobresaliente de todo el recinto fabril que se conserva en su integridad. La torre es de sección cuadrada, de 25 m de altura, posee un tejado curvo de chapa ondulada y de acero, y una nave anexa.

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