La historia que hay detrás del Hotel Cervantes de Linares

El pasado 23 de noviembre Linares se quedó asombrado con la noticia de que el emblemático Hotel Cervantes cerraba sus puertas. La historia de este hotel empieza en 1876, en una época de esplendor económico para la ciudad gracias a los yacimientos mineros que daban trabajo a todos los habitantes y eran reclamo para inversores extranjeros. Las minas y el ferrocarril hicieron a Linares una ciudad de referencia en el panorama nacional, y con tanto trasiego de personas no era de extrañar que tarde o temprano se fundase un hotel, referente en la provincia y más concurridos de Andalucía.

Ubicado en pleno corazón de la ciudad (calle Cervantes nº21 y Julio Burell nº8), un hombre de negocios Italiano, Ismael Soini Fortis abre el que se convertiría en uno de los hoteles más antiguos del país. Contaba con más de 40 habitaciones independientes, dos comedores, luz eléctrica, un patio para banquetes y garaje.

Ligado desde su apertura al mundo taurino, el Hotel Cervantes ha sido sitio de hospedaje de numerosos artistas toreros y políticos y sede de congresos, reuniones y fiestas, como la celebrada en 1923 a la que asistió el aquel entonces ministro de guerra y posterior presidente del gobierno y de la república Niceto Alcalá Zamora. Era pues “el único hotel de España donde se obsequia a los viajeros con una espléndida cena de nochebuena, presidida por la familia del propietario” según una nota del año 1913. En 1918 muchos ciudadanos de Linares fueron premiados con el Gordo de Navidad, entre los que se encontraban también diversos empleados del hotel, siendo obsequiados con un donativo de 770pts.

Debido a su buena ubicación y cercanía con la plaza de toros, artistas y toreros de la talla de Manolete elegían siempre el hotel para alojarse. Este último pasó su ultima noche de vida en él antes de fallecer a causa de la cornada del toro Islero.