El sueño más deseado de la gran mayoría de personas es tener una piscina en su propia casa. Esto puede ser más fácil de lo que piensas, sin necesidad de inmiscuirte en obras de meses de duración. Ahora que llega el verano es cuando más pensamos en ese lugar idóneo que tenemos en nuestro jardín, patio o terreno para instalar una piscina y disfrutar de ella junto con nuestros amigos y familia. Las piscinas de poliéster son un gran aliado y tienen un sin fin de ventajas si queremos una instalación rápida y duradera. Además, evitaremos aglomeraciones y no compartiremos espacios con desconocidos, como puede pasar en piscinas comunitarias o públicas.
¿Qué ventajas ofrece?
La primera es la facilidad de instalación en cualquier terreno. Se elabora de una sola pieza por lo que evitamos así obras de mayor envergadura en el terreno, así como filtraciones de agua que suelen producirse en las piscinas de obra. Su superficie es lisa, evitando así desniveles o escalones que puedan ser incómodos a la hora del baño.
Puedes elegir el color, la forma, así como añadir los complementos que necesites para tu piscina: depuradora, skimmer, boquillas de impulsión, boquilla de limpiafondos, desagüe, etc.
Tu piscina se puede mantener en condiciones óptimas con un mantenimiento mínimo, independientemente de la temperatura que tenga que soportar. En un periodo de menos de siete días la puedes tener ya instalada por completo en tu hogar. El presupuesto puede adaptarse al cliente, dependiendo de sus necesidades. Además, pueden cambiarse de lugar, si en un momento dado se cambia de domicilio, sin ningún problema.
Existe una gran variedad de formatos y tamaños, por lo que es totalmente adaptable al espacio del que dispongas. El acceso a la piscina suele ser con la escalera de la misma, olvidándote de las incómodas escaleras metálicas que pueden ocasionar más de una caída si no tienes cuidado. El precio además suele ser bastante económico y asequible para todos los bolsillos.
Olvídate de pintar año tras año la piscina de obra. El poliéster es duradero y de fácil limpieza, además no se deteriora con tanta facilidad ni se «desconcha» como suele pasar con las piscinas tradicionales. No es necesaria vaciar el agua tan a menudo, ya que este material conserva mucho mejor las propiedades del agua, siempre que se realice un filtrado correcto.
¿Y son duraderas?
La mayoría de distribuidores ofrecerán una garantía de varios años, así que no debes preocuparte si hay algún problema poco después de instalarla. Una vez colocada, su duración se puede extender fácilmente a más de 100 años.
Además de las ventajas económicas, piensa en la cantidad de dinero que puedes ahorrar solamente con el mantenimiento que requeriría una piscina tradicional, así como su reparación, pintado, etc. El poliéster no necesitará nada de eso, solo su limpieza periódica y mantenimiento común del agua. Tu puedes elegir el tamaño, profundidad, tal y como si la construyeras desde cero. ¡Disfruta ya de una piscina en casa este verano!
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