El alcalde, Javier Perales, conoce los motivos del traslado de Mecacontrol a Tudela

El alcalde de Linares, Javier Perales, ha mantenido una reunión telemática con Ignacio Álvarez, director general de Mecacontrol; Gemma García, responsable comercial; y Pilar Tejada, antigua directora de planta y responsable del almacén logístico en la actualidad.  El objetivo ha sido conocer de primera mano los motivos que llevaron a la empresa a abandonar la producción en Linares.

Todo comenzó con la realización de diferentes ERTES y ERES por causas productivas y organizativas. El último fue este pasado mes de junio, en el que se despidió a 14 personas. Ahora solo ha quedado la parte logística, llevándose la producción de la fundición a la ciudad navarra de Tudela.

Ignacio Álvarez ha desgranado cómo, además de las dificultades que todas las empresas en esta época están confrontando, la pandemia de la Covid, la escasez de microchips y el encarecimiento de los costes de la energía, en Linares se encontró con la lentitud de la administraciones públicas a la hora de afrontar los cambios en infraestructuras que la empresa necesitaba para crecer.

Desde que el Parque Empresarial de Santana pasó a gestionarse por el Ayuntamiento de Linares, reivindicación histórica de los diferentes gobiernos locales, la empresa planteó dos cuestiones. Por un lado la independización de la instalación eléctrica y por otra una rebaja en el importe del alquiler para tratar de paliar el impacto de la crisis que atravesaba la empresa.

La empresa considera que «el anterior equipo de gobierno no puso toda su diligencia para intentar mantener la producción y el empleo de Mecacontrol, siendo un despropósito que no se atendiesen las demandas de la empresa en materia de infraestructuras». Estas eran la independización de la instalación eléctrica -pasando más de dos años para llegar a un acuerdo, sin éxito-, o conseguir una rebaja en los alquileres sin que se le diera respuesta a la Dirección de Mercacontrol.

Álvarez indica que si «se hubiesen atendido estas demandas, la factoría podría haber rebajado sus costes fijos y variables, y haber reducido sus pérdidas económicas, por lo que todavía estaría funcionando su actividad productiva, sin tener que haber realizado el traslado a Tudela».

Javier Perales, por su parte, ha planteado la posibilidad del retorno de la actividad productiva a la planta, además de seguir manteniendo la actividad logística que se sigue realizando. A su vez, emplaza a la dirección de la empresa a mantener los cauces de comunicación y su disposición a colaborar «en aquellas cuestiones en las que el ayuntamiento pueda intervenir».

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