La protectora de animales Arconatura de Linares se enfrenta a la llegada del verano, una época en la que el número de abandonos de perros y gatos a las puertas de sus instalaciones se multiplican, con un número limitado de voluntarios que complican la gestión de las dos instalaciones en las que, en la actualidad, se refugian a más de 150 animales.
Junto a las instalaciones del antiguo albergue, que se vieron afectadas por la expropiación de terrenos para construir la nueva autovía, la decena de personas que acuden a diario a la protectora deben atender los cheniles instalados de forma provisional en los terrenos donde se construirán las futuras instalaciones. «Esos cheniles se construyeron para aliviar la situación del albergue antiguo pero claro, supone doble trabajo al ser dos las zonas que limpiar a diario. Esto supone un problema porque cada vez tenemos menos voluntarios, también porque han surgido discrepancias sobre cómo gestionar ambos albergues, y estamos bajo mínimos», recuerda Valentina Garrido, vicepresidenta de la protectora linarense.
Según señala Garrido, el albergue necesita al menos tres voluntarios por turno para atender los dos espacios, por ello realiza un llamamiento a la colaboración ciudadana. «Nos gustaría poder contar con más voluntarios, especialmente en estas fechas tan complicadas cuando aumentan los abandonos. Tan sólo pedimos que colaboren unas horas a la semana ahora que hay muchas personas de vacaciones o incluso a quienes se encuentran en desempleo», señala la vicepresidenta que, además, apunta a la posibilidad de colaborar como socios con el colectivo a través de una aportación mensual de cinco euros para hacer frente a los gastos de limpieza y alimentación de los animales de la protectora.
Mientras tanto, desde Arconatura siguen trabajando en los trámites necesarios para la futura construcción de un albergue que mejore las condiciones de atención de los animales aunque, según señala Garrido, «no será a medio plazo porque es necesario buscar financiación». Irene Téllez. IDEAL.