
En este sentido, con una duración aproximada de un año, el Servicio de Documentación del Archivo está diseñando un proyecto propio de investigación del que, por ahora, poco más que su enigmático título se conoce: ‘Arquitectura no construida en Linares. Diálogo entre el espacio imaginado y el sentimiento identitario de una ciudad’. Este se reivindica como un estudio interdisciplinar entre diferentes áreas municipales.
«De entre la numerosísima documentación perteneciente a la serie de planimetría urbana, encontramos elementos dignos de estudio totalmente desconocidos porque no llegaron nunca a materializarse», comenta el director del Archivo, Luis Rabaneda. En esta misma línea, insiste Rabaneda, no es absolutamente necesaria la fisicalidad arquitectónica de edificios o espacios urbanos para reconocer las señas de identidad cultural de una ciudad en el proceso diferenciador de construcción de su hábitat y espacios de sociabilidad. Así, por ejemplo, los monumentales proyectos de mercados de abastos que no se llegaron a construir, la playa que pudo tener Linares, la primitiva propuesta de urbanización de ‘El Lugarillo’ o la modificación del proyecto de reforma integral del Teatro Olimpia, entre otros, de materializarse hubieran cambiado, en gran parte, el imaginario espacial de la ciudad.
«Lo que sí hemos heredado es el discurso simbólico de los proyectos más allá del meros valor instrumental o técnico, presente en planos y memoria descriptivas de obra», apunta el director. Así pues, para la recuperación de este patrimonio arquitectónica inmaterial, desde el Servicio de Documentación del Archivo se ha pensado en la necesidad de unir al proyecto la visión multidisciplinar de arquitectos, documentalistas e historiadores del arte, «en un guiño conceptual» a la corriente contrafactualista de Goodman, para quien el acontecimiento o situación que no ha acontecido en el universo observable no resta valor a su ocurrencia en un universo posible.
«Esperamos pues que esta iniciativa pueda, además de prometernos novedosas sinergias entre distintas áreas municipales, nos ofrezca en el ámbito de la investigación histórica, un nuevo modelo de ciudad y que es aquel al que no hemos tenido acceso por no llegar a concretarse espacialmente», puntualiza Rabaneda. Un nuevo reto para el Archivo Municipal. Jéssica Soto. IDEAL.